El ministro de Desarrollo Social afirmó que todo quien se vea involucrado en hechos de este tipo deberá recibir "sanciones ejemplares".
Pidió, no obstante, no mezclar los temas ni desviar la atención de los "problemas sociales" o del debate sobre el pacto fiscal que impulsa el Gobierno.
El ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, afirmó que le "duele" el escándalo por los convenios entre la Seremi de Vivienda de Antofagasta y la fundación Democracia Viva, que involucra a militantes de Revolución Democrática -RD, partido del que es fundador-, pero advirtió que no tolerarán irregularidades de este tipo.
"Es gravísimo, y para quienes formamos parte durante tanto tiempo de este proyecto (RD) es súper doloroso, da rabia ver que situaciones como éstas pueden empañar el trabajo que se ha realizado de manera genuina y honesta".
Ante ello, el exdiputado relevó que en la tienda tienen una política de "tolerancia cero" frente a la corrupción y que están "más unidos que nunca en este objetivo, (de) que haya sanciones ejemplares y tomemos las medidas para que no vuelva a ocurrir".
En ese marco, enfatizó que "todas las personas que sean convocadas, sin excepción, van a tener que responder ante la Contraloría (General de la República), ante la Justicia, ante los organismos que sean pertinentes y ante la opinión pública".
"No va a haber defensas corporativas (...) Espero que como organización podamos responder de tal manera de decir que hay tolerancia cero para este tipo de conductas", subrayó.
PIDE NO GENERALIZAR NI DESVIARSE DE LOS PROBLEMAS SOCIALES
De todos modos, Jackson pidió a las fuerzas políticas que no planteen este caso como una situación general.
"Tenemos que ver en qué casos debe haber sanciones ejemplares, pero al mismo tiempo no hay que generalizar porque puede hacer un tremendo daño al trabajo que realizan fundaciones en distintos ámbitos de políticas públicas", sostuvo.
Igualmente consideró que "la condena tajante, sin ningún tipo de matiz, no nos puede llevar a la conclusión de que ahora desaparecieron los problemas sociales".
"No por el hecho de que haya un par de inescrupulosos hoy tenemos que suponer que todos los problemas sociales ya no existen y no es necesario un pacto fiscal", cuyo debate impulsa el Gobierno: "Yo no creo eso", continuó.
A su juicio, hay que "separar la paja el trigo: sancionar y hacer toda la agenda de probidad mejorar los conductos internos para la asignación de recursos a la sociedad civil, pero de ahí no se deduce que Chile ya no tenga problemas sociales que abordar".
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