Son muchas las personas, empresas y demás grupos que por medio de distintos recursos han intentado dar con la fecha específica del fin del mundo y no lo han logrado hasta ahora, pero una supercomputadora parece estar llevando la delantera en la carrera por resolver dicho misterio existencial.
La comunidad científica por años ha desarrollado estudios y métodos para conocer cuándo será el fin del mundo que hoy vemos, es por ello que el MIT con una de sus supercomputadoras parece haberlo logrado por medio de una intrincada investigación.
Dicho grupo de investigadores de Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), usaron una supercomputadora que evaluó el crecimiento exponencial que ha tenido el aumento en la población del mundo a futuro y en base a eso, poder establecer acciones mediante simulaciones para la sustentabilidad global del planeta.
Lo anterior no solo dio soluciones sino la posible fecha del fin del mundo debido a que parece que la sustentabilidad del planeta no es tan buena como se creía. Dicha investigación fue dirigida por el científico e ingeniero informático, Jay Forrester en 1973, y por medio del aparato, lo convirtió en un modelo de predicciones que detallaban los niveles de contaminación, el crecimiento de la población en general y a futuro, la cantidad de recursos naturales disponibles y la calidad de vida en general en el mundo.
El título de la investigación fue “World One”.
Para ese entonces los resultados causaron alarma por no ser muy alentadores, ya que en un informe posterior de nombre “Límites del Crecimiento” dio como conclusión que a partir de 2020 la tierra entraría en su etapa más crítica sin poder revertirlo.
“Alrededor de 2020, la condición del planeta Tierra se volverá crítica. Si no hacemos nada al respecto, la calidad de vida se reducirá sustancialmente”, el mismo año en que inició la pandemia por el Covid-19.
“La contaminación se vuelve tan grave que comenzará a matar gente. En esta etapa, alrededor de 2040 a 2050, la vida civilizada tal como la conocemos en este planeta sufrirá un serio colapso”, agregó el informe.
Además, aseguraron que en el 2030 la humanidad va a sufrir un gran colapso económico.
Asimismo, esos y otros estudios explicaron que el nivel de consumismo en la tierra terminará por “colapsar y consumir al planeta”, la cual comenzó desde hace 40 años.
Como éste estudio ha existido otros más hechos por personalidades y organismos de renombre, en donde intentaron dar con una fecha exacta del fin de este hogar temporal.
La Predicción de Isaac Newton: la Universidad Hebrea de Jerusalén cuenta con uno de los escritos más famosos del reconocido científico británico, el cual se basa en el testamento más antiguo del cristianismo y en donde explica los primeros momentos de la humanidad desde la religión; en su predicción, aseguró que la especie humana se extinguiría en el año 2060.
Fin del mundo, según la (ESA): en un estudio publicado por la Agencia Espacial Europea en el año 2022, aseguraron que la humanidad llegaría a su fin por el colapso del sol cuando se convierta en una gigante roja, consumiendo a mercurio y venus en un inicio, para luego seguir con la Tierra; sn embargo, según la entidad espacial, al sol todavía le quedan unos 8.000 millones de años de vida.
La Teoría del Gran Colapso: esta teoría menciona que si el universo llega a conservar una densidad crítica, la expansión de este se frenará hasta llegar a un punto de retorno, devolviendo todos los materiales existentes, comprimiendo de nuevo la materia, generando con un colapso de magnitudes universales que regresaría todo como era antes del Big Bang; según los expertos, esto sucedería dentro de 65 millones de años.
Si bien sabemos que los factores ambientales influyen en un deterioro del planeta, mucho más la parte espiritual en lo que realmente le aporta vida al planeta: la humanidad; sin embargo, hay una serie de señales que antes deben cumplirse para que el fin acontezca, y algunos de ellos ya están ocurriendo, pero todo será por causa de la predicación del Evangelio de Cristo y no por métodos científicos, sino por el cumplimiento de la palabra de Dios.